Editorial

Dra. Priscilla Alcócer Cordero, FACS Presidente de la Federación Iberolatinoamericana de Quemaduras (FELAQ)

Al  finalizar un año calendario, es costumbre en casi todos los países del mundo, festejar y desearnos un nuevo año de éxito y prosperidad, haciendo  borrón y cuenta nueva de nuestros fracasos y sinsabores.

Jamás imaginamos que este 2020 nos dejaría una estela de incertidumbre y amargura, veíamos muy lejano lo que sucedía en Wuhan-China, “situación inverosímil que no nos afectaría”.

La Enfermedad COVID-19 llegó y flageló las débiles fibras de nuestros Sistemas de Salud, cobrando la vida de miles de pacientes, amigos y Colegas Médicos y Enfermeras.    El impacto indirecto sobre otras patologías ha sido múltiple y poco analizado, quedando a la deriva las urgencias por enfermedades cardiacas, cerebrovasculares, gastrointestinales y enfermedades crónicas;   la falta de atención se sumó al desabastecimiento de medicinas y si bien es cierto la consigna “quédate en casa” ayudó a contener en algo la transmisión del virus,  privó a los pacientes crónicos de una atención oportuna.

A pesar de que en la mayoría de las Unidades de Quemados en Latinoamérica, no se han reportado hoy en día, un creciente número de casos de pacientes grandes quemados con infección con coronavirus, nuestra preocupación está latente ante posibles cambios fisiopatológicos y/o complicaciones, aún quizás, no descritas en la literatura médica, pero que podrían desencadenar un impacto en la sobrevida de los pacientes afectados.

En estos aciagos momentos de tristeza, dolor y duelo pienso que acompañando  un reflexivo silencio, debemos elevar nuestra voz inconforme ante la impasividad, quemiimportismo y corrupción de algunos nuestros Gobernantes, cuya prioridad es la reactivación de la economía a costo de vidas humanas.   Inevitablemente todos cambiamos durante la pandemia, cambiaron nuestras rutinas, nuestros hábitos, la interacción con la familia, las consultas médicas,  las medidas de protección y bioseguridad, el tiempo que pasamos frente a las pantallas;  considero con optimismo que muchos de estos cambios deben llevar a plantearnos cómo ser mejores, cómo aprovecharemos haber sobrevivido a esta pandemia.   Tener momentos de introspección nos ayudará para decidir qué clase de personas y profesionales queremos ser y cómo honrar la memoria de quienes ya no están.

Los invito muy cordialmente a la revisión de la siguiente edición de la Revista, que contendrá una Guía con diversos temas relacionados al diagnóstico y tratamiento de la enfermedad COVID-19 en pacientes quemados y las estrategias planificadas que se han desarrollado en las distintas Unidades de Quemados,  la redacción está a cargo de prestigiosos Profesionales de la Salud de Latinoamérica.

Presente y futuro plenamente humanos se fundan en el cultivo y vivencia de reflexión, libertad y responsabilidad.

El hoy y aquí llevan su identidad a plenitud en la historia.

“Hay que atrevernos, reinventarnos, reimaginarnos”.

13 julio, 2020